el cuento de enero

Érase una vez que se era en la que el señor langostino iba tranquilamente por su mundo cuando de repente conoció a la señora gamba y tuvieron una marisca. --así de repente, chimpiripum: marisca salió--

La gamba tenía nada menos que 5 gambones como hermanos. 

Lo malo es que una mierda asquerosa de plaga que da por culo, se llevó a una persona que era mujer de un gambon, y tía de la marisca. Todo fue en un mes, empezó cuando aquí en este mar se ponen cachirulo. Y en un mes, acabó. Fue un mes estresante para marisca, porque pasó mucho tiempo con sus sobris, tomando decisiones importantes, llevándolos al hospital, abrazando, al tanatorio, al funeral, a desayunar, a... y marisca era moza, podía hacerlo, pero en realidad, no dejaba de estar asustada. Da igual los años que tengas. Vivir todo eso, emocionaba mucho a marisca, pero no podía llorar delante de nadie, no se puede. Al revés incluso, debía mostrarse fuerte, saber conducir a la vez que explicaba a su sobri de 20 años cómo era la vida en un hospital cuando ocurría "la desgracia"..., abrazar, llevar agua, cafes, comer sin hambre, escuchar las últimas veces, ver al enfermo, ver a su prima, ver al gran gambon, el que vivió una guerra, y el que come desde hace unos 70 años con el mismo tenedor. 

Fue una racha dura... pero no acabo ahí, operaron a madre de marisca y estuvieron 5 días en el hospital, y de ahí vienen las lavadoras, las ojeras, los cafes de maquinas, los nervios, porque aquí marisca tampoco podía mostrarse abatida. Lo cual no significa que no lo estuviera. Abatida y cansada, porque estamos hablando de que en un mes y quince días ha vivido y crecido mucho. Ahora marisca ya ha superado la misa aniversario y la nochebuena y la navidad. Pero está cansada. Tener que vivir navidad en el mar sin ganas de celebrar nada y con mucho trabajo fuera de casa y también dentro de casa porque la señora gamba está aún en el postoperatorio, pues al final agota.

Pero fíjate lo que le pasó el otro día a marisca, fue al taller con el focusin, y le dijeron: menos mal que has venido tú que da igual que día sea que siempre vas sonriendo y nos alegras a los demás. Y la prima de marisca, que también trabaja en el taller y escuchó la conversación, lo corroboró. Dijo algo así como: Sí es que marisca es la alegría de la familia. Siempre está bien.-